Un suceso entre menores ha vuelto a poner en jaque a las autoridades de Estados Unidos. Un joven de 16 años ha entrado este miércoles en elinstituto Franklin Regional, situado en Pittsburg (Pensilvania), y ha empezado a asestar puñaladas a sus compañeros, llegando a herir a 20 personas, quienes han sido trasladadas a cuatro centros sanitarios de la región, según las autoridades.
"Hay cuatro heridos que están críticos y otros cuatro, en estado grave", ha explicado Dan Stevens, un portavoz del equipo de emergencias del Condado de Westmoreland, a unos 30 kilómetros de distancia de la ciudad de Pittsburg, en rueda de prensa. Los afectados van desde los 15 años hasta los 60 años, que es el encargado de la seguridad.
“Hemos recibido ocho heridos, siete pacientes de entre 15 y 17 años y un adulto. La mayoría de los afectados tienen heridas en las extremidades -brazos y piernas- y en el torso y el abdomen”, ha confirmado Mark Rubino, médico en la Unidad de Traumatología del Hospital Regional Forbes, en rueda de prensa. “Tres de los pacientes se encuentran en el quirófano por lesiones internas. Uno de ellos puede requerir ser intervenido en las próximas horas. Los otros cuatro están graves, pero estables”, ha añadido Rubino.
El sospechoso, que también ha sido atendido por varias lesiones en sus manos, se encuentra ya en custodia policial, según ha informado Stevens. El encargado de seguridad junto al subdirector del colegio han sido los responsables de capturar al menor y entregarle a la policía. Se desconoce el motivo que le llevó a cometer el suceso.
La primera llamada de alerta -alguien activo la alarma de incendios- fue recibida a las 7.13 de esta mañana hora de la costa Este. Las primeras informaciones apuntan a que el joven entró corriendo al colegio con dos cuchillos, según las autoridades, y empezó a amenazar y a apuñalar a los estudiantes clase por clase.
"Estoy conmocionado por lo ocurrido esta mañana a la llegada de los estudiantes al instituto Franklin Regional. Como padre y abuelo, pienso que no hay nada más preocupante y sensible que la violencia contra menores. Mi corazón y oraciones están con las familias de las víctimas", ha dicho el gobernador de Pensilvania, Tom Corbett, tras enterarse de la noticia.
"He dado las instrucciones necesarias a la policía del Estado de Pensilvania para que cooperen con las autoridades locales en la investigación. Además, se pondrán a disposición de la comunidad otros recursos, si esto fuera necesario", ha añadido Corbett, en un comunicado. "Les aseguró que los ciudadanos afectados cuentan con todo el apoyo de mi Gobierno", ha concluido el gobernador.
Tras unos primeros minutos de caos, la situación estuvo bajo control pasados pocos minutos, según han informado las autoridades. “El centro es seguro y las clases de primaria han sido canceladas”, han explicado fuentes del centro en su página web. Los padres han sido informados y han podido recoger a sus hijos, añaden desde el colegio, que acoge a más de 3.000 estudiantes entre primaria y secundaria.