miércoles, 4 de diciembre de 2013

La integración también se cocina






El chef Luis Veira se siente en deuda con su ciudad, A Coruña, y por eso cuando montó su propio restaurante hace unos meses empezó a pensar en como devolverle algo de lo que le ha dado. La primera de esas “pequeñas dosis” ha tomado cuerpo, tras contactar con la asociación Down Coruña, con la realización en su propio local de un curso de auxiliar de alta cocina para diez personas en paro, ocho de ellas con síndrome de Down. Desde finales de marzo y hasta agosto, los alumnos recibirán la formación necesaria para poder desempeñar este trabajo, con el objetivo de poder insertarse en el mercado laboral.
Con lo que no contaba Veira era con que, a fin de cuentas, quizás la deuda no se acorte. Porque mientras él enseña como elegir un buen pescado, a trocear una hortaliza o preparar un jugo, aprende de sus alumnos “a valorar cosas que se van perdiendo” con los años y la rutina. “Se emocionan viendo hacer el pan; ¡Cómo no te vas a emocionar, si estás creando algo de un poco de harina!”, cuenta. También ha pasado algún apuro por la honestidad brutal de uno de sus pupilos, que le hizo saber a una pescadera de la plaza que una de sus piezas olía mal. Una situación que alguien sin esta discapacidad resolvería de manera más convencional, y también más hipócrita. “Lo importante es que se dio cuenta de que el pescado no servía”, apunta.
En todo caso, el cocinero señala que todos van aprendiendo a hacer las mismas tareas que realiza el personal de su restaurante, Árbore da Veira. Lo único que se les resiste de momento son las labores que exigen máxima precisión. Están divididos en dos grupos de cinco, por lo que a cada uno de los alumnos le corresponde un profesional del equipo, un aprendizaje totalmente personalizado. Van narrando la experiencia en un blog. La etapa formativa se cerrará con la elaboración de un catering para un evento organizado por el ayuntamiento, que también colabora en la iniciativa. La idea es demostrar lo aprendido ante empresas del sector hostelero para facilitar posibles contrataciones. Por su parte, Veira se compromete a contratar al menos uno de sus alumnos, y tampoco se descarta que de este germen nazca algún proyecto emprendedor.
Pepe Rodríguez, gerente de Down Coruña, explica que esta iniciativa encaja en su modelo de inserción laboral, en empresas ordinarias y no en centros especializados. Se trata de una fórmula que comienza con el apoyo constante al trabajador, para irse retirando poco a poco hasta que puede cumplir sus tareas sin ayuda externa. En 2012, 158 personas conformaban el plan de empleo de Down Galicia, y se firmaron un total de 82 contratos. Los últimos datos disponibles, de 2011, señalaban que en el Estado español las personas con síndrome de Down padecen una tasa de paro del 95%. Unos 23.000 desempleados buscaban trabajo. En A Coruña, al menos ocho de ellos estarán más preparados para buscar su oportunidad.

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